El museo,
"Topografía del terror", se encuentra ubicado en los números 8 y 9 de
Prinz Albrecht Strasse, el lugar donde precisamente establecieron su cuartel
general la Gestapo, la policía secreta nazi, y las SS.
Unas 15.000 personas, enemigos reales o
imaginarios del Führer, fueron detenidos en sus cárceles entre 1933, fecha en
que Hitler ascendió al poder, y el fin de la guerra en 1945.
Después de la guerra, lo que quedaba de
los edificios fue demolido y el lugar permaneció como un lote vacío, justo al
lado del Muro de Berlín, hasta la reunificación alemana hace 20 años.
"Queremos
que la historia sea visible", señaló el director del nuevo museo, el
rabino e historiador Andreas Nachama. "La 'Topografía del terror' no es un
memorial, sino un lugar donde aprender, un lugar asociado a los
culpables", añadió.
El nuevo museo, que costó 25 millones de euros, reemplaza a una
exposición temporal que atraía a medio millón de visitantes por año.
Construido sobre los antiguos sótanos de la Gestapo -único
vestigio de los edificios originales-, el museo de dos pisos, en vidrio y
acero, da la impresión de estar flotando sobre el suelo.
En sus muros cuelgan fotos de dirigentes
nazis, de personas detenidas por la Gestapo, así como de ejecuciones, y placas
que intentan explicar los esfuerzos hechos en la posguerra para juzgar a los
culpables.
A un centenar de
metros del museo se encuentra el monumento a los judíos asesinados de Europa,
inaugurado hace exactamente cinco años.
El monumento, cuyos 2.700 cubos de hormigón cubren una
superficie equivalente a un estadio de fútbol, cuenta con una exposición
subterránea que ha recibido más de 2,3 millones de visitantes desde 2005, según
su director Uwe Neumärker.
El lugar figura
entre las diez primeras atracciones turísticas en Berlín, según la Oficina de
turismo de la ciudad.
"Siempre
pensamos que era algo que debía ser construido, pero no nos imaginamos jamás
que tendría semejante éxito", indicó Lea Rosh, una periodista vinculada al
proyecto desde el comienzo. "No existen crímenes comparables en la
historia de la humanidad. Pero ningún país del mundo ha documentado sus crímenes
de manera tan exhaustiva como Alemania", añadió.