Normalmente
la moda es considerada un asunto superficial, pero si se la ve como un objeto
de estudio, entonces la perspectiva cambia y se puede hablar de esta como
una expresión del quehacer humano, en definitiva, como un arte.
Para hablar del Museo
de la Moda, necesariamente hay que referirse la familia Yarur.
De tradición en la
industria textil, el impulso creativo trasmitido por generaciones ahora decantó
en este proyecto cultural, que comenzó con la colección personal de don Juan
Yarur, compuesta por vestuario y objetos de las décadas de 1950 y 1960. Además,
la casa que fuera domicilio personal de la familia ha sido habilitada para ser
usada como centro de operaciones de la fundación.
Gracias a Jorge Yarur, presidente y fundador del
museo, hoy la colección asciende a más de ocho mil elementos, que reflejan la
historia y la percepción humana desde el siglo XVII hasta nuestros días. Entre
sus objetos hay accesorios deportivos, obras de arte, uniformes de guerra y
artículos únicos de la moda nacional e internacional.
Las Exhibiciones
El museo se divide en tres secciones: dos de muestra permanente con la historia de la familia y otra dedicada al tenis y una tercera, que cambia según el tema tratado.
En la primera se pueden apreciar tanto instalaciones audiovisuales, como la casa de 1961, de estilo moderno y minimalista, cuya decoración estuvo a cargo de Mario Matta, hermano del pintor Roberto, del que también hay un cuadro.
La sección dedicada
al tenis cuenta con una amplia colección como respaldo, compuesta por
objetos que van desde tratados de tenis del año 1530, hasta poleras y raquetas
de próceres nacionales del deporte blanco. Esta muestra varía su exhibición
según la temática principal. Respecto de esta, lo que prima ante todo es la
vestimenta, que se complementa con objetos relacionados y según sea el
caso, exclusivos elementos audiovisuales, para evocar la época a la que se hace
referencia.
Para el visitante al
museo, la experiencia se podría comparar a una visita al cine o al teatro:
entre pasillos casi en penumbras, acompañados de envolvente música, aparecen
vitrinas que realzan majestuosamente los objetos, gracias a una cuidada y
tecnologizada iluminación.
La luz trasmitida por fibra óptica, no genera calor ni despigmenta las telas y se activa sólo con sensores de movimiento. Además, en el recinto funciona un sistema de aclimatación que mantiene un 50% de humedad y una temperatura entre 18º y 20º.
La luz trasmitida por fibra óptica, no genera calor ni despigmenta las telas y se activa sólo con sensores de movimiento. Además, en el recinto funciona un sistema de aclimatación que mantiene un 50% de humedad y una temperatura entre 18º y 20º.
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