CIUDAD DE MÉXICO, México, abr. 12, 2004.- Ubicado
en las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la
capital de México .Trata del viaje al infierno, al
purgatorio y al paraíso de la "Divina comedia", la visita al Museo de
los Enervantes recorre el mundo de la muerte, los santos, la ostentación y el
peligro al que se enfrentan los militares mexicanos en el combate al
narcotráfico.
Más que una apología del narco, intenta mostrar lo
que hace México para combatir las diversas modalidades de producción,
transportación y consumo de la droga.
El capitán primero de Infantería, Víctor
Manuel Jiménez Azcona, encargado del museo, dice que en el recinto, abierto en
1985, se refuerza didácticamente lo que aprenden los militares en la aula: "La intención es que tengan un cúmulo de experiencias
para que cuando estén en misiones contra el narcotráfico, sean más
eficientes".
Al
museo no puede entrar cualquiera. Sólo se permite en visitas concertadas a los
estudiantes de la Escuela Militar, a enviados militares extranjeros y a
estudiantes de nivel superior de la rama del derecho y psicología.
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