domingo, 16 de junio de 2013

El Museo de la Droga, ubicado en la Sedena, da una visión completa del mundo de los enervantes: la muerte, los santos, la ostentación y el peligro

CIUDAD DE MÉXICO, México, abr. 12, 2004.- Ubicado en las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la capital de México .Trata del viaje al infierno, al purgatorio y al paraíso de la "Divina comedia", la visita al Museo de los Enervantes recorre el mundo de la muerte, los santos, la ostentación y el peligro al que se enfrentan los militares mexicanos en el combate al narcotráfico.
Más que una apología del narco, intenta mostrar lo que hace México para combatir las diversas modalidades de producción, transportación y consumo de la droga.
El capitán primero de Infantería, Víctor Manuel Jiménez Azcona, encargado del museo, dice que en el recinto, abierto en 1985, se refuerza didácticamente lo que aprenden los militares en la aula: "La intención es que tengan un cúmulo de experiencias para que cuando estén en misiones contra el narcotráfico, sean más eficientes".

Al museo no puede entrar cualquiera. Sólo se permite en visitas concertadas a los estudiantes de la Escuela Militar, a enviados militares extranjeros y a estudiantes de nivel superior de la rama del derecho y psicología.

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